lunes, 6 de agosto de 2007

EL BUEN COMBATE

El Buen Combate es aquel emprendido porque nuestro corazón lo pide. En épocas heroicas, en tiempos de los caballeros andantes, esto era fácil; había mucha tierra por conquistar y mucho por hacer. Hoy día, sin embargo, el mundo ha cambiado mucho y el buen combate se desplazó de los campos de batalla al interior de nosotros mismos.

El buen combate es aquel entablado en nombre de nuestros sueños. Cuando explotan dentro de nosotros, con todo su vigor, en la juventud, tenemos mucho coraje pero todavía no hemos aprendido a luchar. Después de mucho esfuerzo, aprendemos a luchar pero ya no tenemos el mismo coraje para combatir. Por eso, nos volvemos contra nosotros mismos y pasamos a ser nuestro peor enemigo. Decimos que nuestros sueños eran infantiles, difíciles de realizar o fruto de nuestra ignorancia de las realidades de la vida. Matamos nuestros sueños porque tenemos miedo de entablar el buen combate.
El primer síntoma de que estamos matando nuestros sueños es la falta de tiempo. Las personas más ocupadas siempre tienen tiempo para todo; las que nada hacen, siempre están cansadas; no consiguen terminar ni realizar el poco trabajo que tienen y se quejan constantemente del poco tiempo que tienen. En verdad es miedo de enfrentarse al buen combate