martes, 28 de julio de 2009

DIÁLOGOS CON TU PELO... (und Beethoven)


... el otro día venía de vuelta a casa en el coche escuchando música clásica. Estaba ensimismado pero pendiente a la carretera escuchando la coral de la novena sinfonía de Beethoven a todo volumen cuando de pronto creí ver moverse algo en el asiento del copiloto. Al principio no le eché cuenta porque pensé que sería alguna pelusa que estaba moviendo el aire acondicionado del coche (¡que alegría en verano...!); y después empecé a flipar cuando ya me parecía que lo que fuera estaba bailando al ritmo que marcaba la Filarmónica de Berlín dirigida por el maestro Karajan.
¡Anda ya!, me dije a mí mismo... esto es la dieta, que el no comer me hace ver alucinaciones (lo de la dieta de sirope de arce funciona, lo aseguro), cuando en ese momento algo se levantó desde el asiento y vino a posarse en mi mano, que estaba en la palanca de cambio de marcha. ... Y claramente se empezó a escuchar en el coche...


Freude, schöner Götterfunken
Tochter aus Elysium,
Wir betreten feuertrunken,
Himmlische, dein Heiligtum.
Deine Zauber binden wieder,
Was die Mode streng geteilt;
Alle Menschen werden Brüder,
Wo dein sanfter Flügel weilt.


Para mi sorpresa, la voz provenía de mi mano,... y era claramente conocida y desde luego no era una voz de ningún coro u orfeón... ni tenía ningún acento alemán ni mucho menos, sino más bien de estas tierras de por aquí abajo... Fue entonces cuando me fijé y tuve que hacer una maniobra con el coche para no salirme de la carretera... Era un cabello el que estaba saltando encima de mi mano cantando la oda a la alegría del maestro Beethoven...


Entré en la primera gasolinera que encontré y me fuí al aparcamiento y cuando paré el motor ya fue cuando la cara de sorpresa que se me había quedado se tornó en una sonrisa al observar que ese cabello que estaba en mi mano estaba acompañado en el asiento por unos cuantos más de color rubio que a mí me sonaban un montón y que indefectiblemente te pertenecían y me había dejado de regalo el viento de levante que había soplado esa tarde en la playa y las olas del Mediterráneo que te arruinaron el planchado que te habías hecho en el pelo.
Bajé el volumen de la música, y al unísono se volvieron todos para mí como para protestar... y entonces empecé a hablarles (sí,... yo también perdí la cabeza...).... pero bueno, ¿qué haceis ahí?; ¿cómo que no os habéis quedado con vuestra dueña?... y ellos no paraban de repetir...


Wem der große Wurf gelungen,
Eines Freundes Freund zu sein,
Wer ein holdes Weib errungen,
Mische seinen Jubel ein!
Ja, wer auch nur eine
SeeleSein nennt auf dem Erdenrund!
Und wer´s nie gekonnt, der stehle
Weinend sich aus diesem Bund!


Y yo decía... "si es que yo tenía que haber aprendido alemán en vez de ingles..., esta rubita queriéndome decir algo y yo sin enterarme..."
Le subí el volumen a la música y me quedé allí ensimismado viendo como esos cabellos bailaban al son de la maravillosa letra de Schiller...


A quien el azar ha dado verdadera amistad,
quien consorte dulce halla, ha sin par felicidad.
En la redondez terrena suya un alma invocar!
A quien no le fuera dado sumiríase en pesar!
En el seno de Natura alegría liba el ser,
su florida vía sigue males, bienes, por doquier.
...

Y fue como si hubiese aprendido alemán de pronto y me llegara el mensaje de paz, amistad, amor y libertad que quería transmitir Schiller, este escritor alemán a quien versionara el maestro Ludwig... Al volver a mirar al asiento, los cabellos habían volado literalmente y se habían colocado sobre un aura brillante que, sin rostro y sin forma, reconocí de inmediato... No solamente se habían venido tus cabellos conmigo; creo que algo más se vino y además rapidamente para no perderlo lo metí en mi corazón.


Ahí lo tienes guardado; si tuvieras la sensación de que te falta algo,... que sepas que por aquí tienes ese cachito. Me encantaría conservarlo, que lo sepas


Un beso, guapa...


PD: Los cabellos están guardados en una cajita que de vez en cuando abro para seguir aprendiendo alemán... Ich liebe dich, blond...
PD2: Ich liebe dich significa lo mismo que t´estimo molt, además con el mismo sentido que tú le das cuando me lo dices...


Más información sobre esta maravillosa obra de Beethoven